Muchas personas tienden a pensar que la salud bucodental se limita al estado en que se encuentran sus dientes. Les prestan especial atención durante su rutina diaria de limpieza y son el principal motivo por el que acuden al dentista. Sin embargo, nuestra cavidad oral está compuesta por muchas otras partes que requieren del mismo cuidado y atención.

Las encías son una de ellas. Los tejidos gingivales recubren y sujetan nuestras piezas dentales y, al igual que éstas, necesitan atención diaria para mantenerse sanas. Lo que muchos pacientes no saben es que una encía enferma puede dañar gravemente el estado de salud general de nuestra dentición; y, no solo eso, sino que estudios recientes han demostrado que existe una relación directa entre la presencia de tejido periodontal enfermo y el riesgo de sufrir accidentes cardiovasculares. Esto se debe a que las bacterias que se acumulan en el tejido periodontal pueden filtrarse a la sangre y extenderse por todo nuestro organismo.

Uno de los síntomas más evidentes de que nuestras encías se encuentran en mal estado de salud es la inflamación.

Un tejido gingival inflamado es aquel que presenta un tamaño más grande del adecuado debido a la hinchazón, así como una tonalidad más oscura de lo normal. Además, pueden doler al contacto con los alimentos o el cepillo de dientes. Otro de los síntomas más tempranos de una enfermedad de las encías es el sangrado, ya sea leve o abundante, durante el cepillado diario.

La inflamación gingival es muy común. La Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA) afirma que menos del 15% de los adultos en edades comprendidas entre los 35 y los 44 tiene las encías totalmente sanas. El resto presenta una enfermedad periodontal: el 59.8% sufre gingivitis y el 25.5% periodontitis. La cifra aumenta a medida que avanzamos hacia la tercera edad.

La gingivitis es la enfermedad de las encías más extendida en todo el mundo. Se calcula que más del 80% de las personas la padecerán alguna vez a lo largo de su vida. Se produce debido a los efectos nocivos de la placa dental que se acumula en nuestros dientes. Evoluciona a través de distintas fases durante las cuales el sangrado, la inflamación y la retracción de los tejidos se van agravando.

Por otro lado, la periodontitis consiste en un estadio avanzado de la enfermedad gingival. La acumulación de sarro bajo la encía afecta al hueso alveolar que soporta el diente y, con el tiempo, el paciente puede padecer la pérdida del mismo.

Una correcta limpieza bucal diaria, con cepillado, hilo dental y colutorio, es la mejor manera de prevenir el desarrollo de estas afecciones. Y, por supuesto, acudir a revisiones con el dentista, al menos, una vez al año.

¡Te esperamos en el Instituto Integral Odontológico en La Vaguada!

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