La higiene bucal implica una serie de conocimientos y de técnicas que se deben poner en práctica para evitar aquellos factores que provocan enfermedades bucodentales. Son normas y prácticas que van a permitir la prevención de las caries y las enfermedades de las encías. Sin embargo, es realmente importante realizar la limpieza bucodental con las herramientas y las técnicas adecuadas. La limpieza de la lengua suele ser una de las grandes olvidadas dentro del cepillado dental.
La higiene bucal incluye la lengua
La técnica del cepillado dental debe incluir la lengua, ya que esta es la zona en la que se acumula la mayor cantidad de depósitos que puede llegar a causar mal aliento, así como a aumentar la placa sobre los dientes. Se ha de realizar con la técnica adecuada y, aunque existen herramientas como los limpiadores bucales, se puede realizar con el cepillo de dientes. Se recomienda la limpieza de la lengua al menos una vez al día.
Cepillado dental: técnica de limpieza lingual
Tras el correcto cepillado dental se debe cepillar la lengua colocando el cepillo desde la parte trasera hacia delante en forma de barrido. Se debe sacar la lengua de la boca e ir arrastrando siempre hacia delante el cepillo. Se comienza en las zonas centrales de la lengua para pasar a los laterales. Se debe enjuagar el cepillo o el limpiador lingual en cada pasada con agua, llegando a limpiar toda la superficie de la lengua en varias pasadas.
Para evitar que se produzca la sensación de náuseas, se debe evitar el desplazamiento de la lengua hacia detrás. La posición de la cabeza debe ser erecta. Algunos cepillos dentales tienen en su cara externa un limpiador lingual, por tanto, se puede utilizar esta parte para realizar el barrido. Nunca se debe realizar demasiada presión, ya que se puede dañar la superficie de la lengua.
Los limpiadores linguales son realmente parecidos a los cepillos dentales y su función es limpiar la lengua ejerciendo función de raspado mediante unas cerdas especiales.
Tipos de raspadores de lengua
Hay dos tipos de raspadores:
– Raspadores en forma de «U»: alcanzan la parte trasera de la lengua con facilidad, y proporcionan un mejor control de la posición de la presión, lo que evita las náuseas.
– Raspadores en forma de «T»: son similares a los anteriores, pero el control de la presión es diferente.
Beneficios de la higiene lingual
Los beneficios de realizar la higiene de la lengua de manera habitual y correcta son múltiples. En primer lugar, se previenen las caries, ya que cuando se acumulan restos de comida y bacterias, estos trasladan desde la lengua hasta la superficie de los dientes.
Se elimina el mal aliento, dado que los depósitos que se acumulan sobre su superficie en forma de manto son lo que provoca en mayor medida la halitosis. Además, se recupera la capacidad de saborear mejor las comidas, ya que las papilas gustativas estarán libres de restos de comida y del manto de bacterias.
En definitiva, la higiene bucal adecuada incluye necesariamente la limpieza de la lengua diariamente. Para cualquier duda, la recomendación es ponerse en manos de expertos.
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