La mordida cruzada es un tipo de maloclusión que se presenta cuando uno o más dientes de la arcada superior ocluyen de manera incorrecta, situándose por dentro de la arcada inferior. Este problema puede afectar tanto la estética como la funcionalidad de la dentición, y, si no se trata a tiempo, puede derivar en complicaciones mayores. Aquí te explicaremos en detalle las causas, las implicaciones y las opciones de tratamiento para este tipo de maloclusión.

¿Qué es la mordida cruzada y cuáles son sus tipos?

La mordida cruzada puede manifestarse de distintas formas según la ubicación y los dientes afectados. Se clasifica en dos tipos principales: mordida cruzada anterior y mordida cruzada posterior. La mordida cruzada anterior ocurre cuando los dientes frontales superiores se posicionan por detrás de los dientes inferiores. Por otro lado, la mordida cruzada posterior involucra los molares y premolares, donde los dientes superiores muerden por dentro de los inferiores.

Este tipo de maloclusión puede tener diversas causas y, en muchos casos, es el resultado de una combinación de factores hereditarios y ambientales. Por tanto, comprender sus orígenes es crucial para prevenir y tratar esta condición.

Principales causas de la mordida cruzada

  1. Respiración bucal: La respiración bucal, muchas veces causada por problemas nasales o alergias, puede afectar el desarrollo de los maxilares. Esta forma de respirar genera una posición inadecuada de la lengua, lo que impacta en el crecimiento y posicionamiento de los dientes.
  2. Deglución atípica: La deglución atípica o incorrecta se caracteriza por una colocación inadecuada de la lengua al tragar, lo que, a lo largo del tiempo, puede provocar desajustes en los dientes y afectar la mordida.
  3. Predisposición genética: Como en muchas otras condiciones dentales, la genética juega un papel importante. Si existe un historial familiar de maloclusiones o problemas de alineación, es más probable que una persona desarrolle mordida cruzada.
  4. Uso prolongado del chupete: Mantener el uso del chupete más allá de los tres años puede interferir con el desarrollo normal de los dientes y el crecimiento del maxilar. Esto es especialmente relevante porque el paladar y la mandíbula de los niños son muy moldeables en estas edades.
  5. Succión digital: La succión del dedo pulgar, también si se mantiene durante un tiempo prolongado, puede deformar el arco superior y llevar a problemas de alineación como la mordida cruzada.

La importancia de un tratamiento temprano

El mejor momento para abordar y corregir la mordida cruzada es durante la etapa de crecimiento, específicamente entre los 6 y 12 años. En este periodo, los huesos de la mandíbula y el maxilar todavía están en desarrollo, lo que permite que los tratamientos de ortodoncia interceptiva sean altamente efectivos.

La ortodoncia interceptiva incluye el uso de diferentes tipos de aparatos que tienen como objetivo guiar el crecimiento de los huesos maxilares de manera adecuada. Estos dispositivos pueden ser expansores del paladar o placas funcionales, que corrigen la posición y la relación de las arcadas dentales. Al realizar la intervención a tiempo, se pueden evitar complicaciones futuras, como problemas de articulación temporomandibular (ATM) o desgaste desigual de los dientes.

Tratamiento en adolescentes y adultos

Cuando la mordida cruzada no se corrige durante la infancia y el paciente llega a la adolescencia o a la edad adulta, el tratamiento se vuelve más complejo. Esto se debe a que, una vez que los huesos dejan de crecer, es imposible moldear o expandir el maxilar y la mandíbula con aparatos de ortopedia simple. En estos casos, las opciones de tratamiento incluyen ortodoncia fija con brackets o incluso cirugía ortognática para casos más severos.

Ortodoncia con brackets: Esta es una solución común que se enfoca en alinear y corregir la mordida mediante el uso de brackets y alambres. El proceso puede ser más largo que en la infancia, pero es eficaz para mejorar tanto la estética como la función de la mordida.

Cirugía ortognática: Cuando la desalineación es grave y no puede corregirse solo con ortodoncia, es posible que se necesite una cirugía para reposicionar los huesos de la mandíbula. Este procedimiento se realiza en coordinación con tratamientos ortodónticos antes y después de la cirugía.

Consecuencias de no tratar la mordida cruzada

No corregir una mordida cruzada puede llevar a diversos problemas a largo plazo. Estos incluyen el desgaste desigual de los dientes, que puede afectar la longevidad de la dentición, problemas de ATM que causan dolor de cabeza y de mandíbula, y dificultades para masticar correctamente, lo que puede afectar la digestión y la nutrición.

Además, una mala alineación dental puede tener efectos psicológicos, especialmente en adolescentes y adultos jóvenes, ya que puede impactar en su autoestima y confianza.

La mordida cruzada es una condición que debe tomarse en serio y tratarse a tiempo para evitar complicaciones futuras. Si se aborda en la etapa de crecimiento, el tratamiento es mucho más sencillo y efectivo, gracias a la ortodoncia interceptiva. Sin embargo, los adolescentes y adultos no están desamparados, ya que existen soluciones ortodónticas avanzadas, aunque puedan requerir más tiempo y esfuerzo.

Si notas algún signo de maloclusión en tus hijos o incluso en ti mismo, no dudes en visitarnos. La prevención y el tratamiento temprano siempre serán la mejor estrategia para mantener una sonrisa sana y funcional. Contáctanos ahora y reserva una cita.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies