La sedación consciente es la combinación de un medicamento que ayuda a relajarse –un sedante– con otro que bloquea el dolor –un anestésico– durante un proceso médico o dental. En odontología es unos de nuestros pilares terapéuticos, lo mejor que podemos ofrecerle a nuestros pacientes para contrarrestar la ansiedad, el miedo, a veces incluso fobia al dentista y facilitar la colaboración en procedimientos odontológicos avanzados, como la colocación de implantes.

 

El objetivo de cualquier intervención sanitaria, al margen de las odontológicas, es lograr el mejor resultado posible, con los medios más avanzados, la máxima calidad y, sobre todo, la menor incomodidad y malestar para el paciente. Cada día se prescriben más fármacos con efectos sedantes cuya finalidad única no es calmar los dolores asociados a una enfermedad o dolencia –dolor físico–, sino también disminuir la excitación y el estado de intranquilidad que nos produce ese dolor –dolor psíquico–. La sedación es, por tanto, un procedimiento muy común, incluso en atención primaria, gracias a las nuevas técnicas médicas y a la aparición en el mercado de medicamentos con efectos sedantes de acción muy corta y sin apenas efectos secundarios.

Mediante la sedación dental, en odontología se logra que el paciente esté relajado, tranquilo o, incluso, adormecido, para que la intervención del dentista resulte más cómoda y más rápida, sin miedos ni ansiedades. Administrado el sedante de forma oral o por vía intravenosa, la sensación de relajación es muy placentera, muy cercana al sueño pero sin estar dormido, de ahí su nombre de sedación consciente.

La sedación consciente es una técnica segura, contrastada y fiable

Además de muy antigua. Por más que la literatura y el cine nos haya pintado tradicionalmente a los dentistas como horribles “sacamuelas”, lo cierto es que el uso de técnicas anestésicas para aliviar las molestias y lograr la colaboración del paciente, una vez conseguida su relajación psíquica, forma parte de nuestra historia. Si del ilustre Horace Wells se hubiese hecho una película, quizás nuestros pacientes no sintiesen tanto miedo y ansiedad. Wells usaba para sedar óxido nitroso, después vino el éter y el cloroformo, la morfina y el pentotal y con la aparición de los ansiolíticos –benzodiazapinas–, surgió la sedación consciente o superficial, al ser capaz de producir un efecto ansiolítico y sedante leve-moderado, cien por cien seguro y de enorme eficacia terapéutica.

Combinado con el anestésico local, el sedante potencia la acción de éste, pero aminorando hasta prácticamente anular los efectos secundarios del primero: esas palpitaciones, mareos e, incluso, náuseas que tanto angustian también a algunos de nuestros pacientes. La estancia en el sillón del dentista se hace así más segura, cómoda y placentera, sumando la tranquilidad que da que de todo el proceso se esté ocupando un anestesiólogo experto en el ámbito terapéutico oral.

Beneficios de la sedación consciente para el paciente

1.- Adiós al miedo y a la ansiedad por tener que ir al dentista.

Es una pena, pero todos los estudios en odontología apuntan a que más del 50% de los pacientes dentales experimentan ansiedad. Más triste aún es que este porcentaje se dispare hasta el 65% en aquellas personas que no acuden nunca a consulta, miedo que acaba traduciéndose en graves problemas odontológicos desarrollados por no haberse tratado a tiempo. Con sedación consciente no hay dolor, ni tensión, ni ansiedad. Durante la intervención del odontólogo te sentirás muy cómodo y tranquilo y el especialista trabajará también más cómodo y rápido, facilitándose todo el tratamiento.

2.- Mejor tratamiento odontológico.

El miedo y la angustia podía ocasionar que hasta el mejor de los odontólogos descartase un tratamiento para su paciente al valorar que éste no fuese capaz de colaborar en el procedimiento o concluirlo del modo planificado. Aquí radica el gran cambio que se ha operado en odontología gracias a la sedación consciente, que ahora podemos ofrecerte tratamientos bucodentales a medida porque una vez controlado el miedo, la ansiedad y la fobia, sintiéndote a gusto y confortable, vas a colaborar con el odontólogo y cualquier intervención va a ser mucho más rápida y con todas las garantías de éxito.

3.- Ideal en la colocación de implantes.

Gracias a la sedación consciente, en implantología las intervenciones son menos invasivas y más rápidas y los posoperatorios más leves en cuanto a dolor e inflamación. Los tratamientos se realizan de forma más cómoda y placentera y, muy importante en menos sesiones.

En Instituto Integral Odontológico trabajamos con un fantástico equipo de especialistas en anestesiología y reanimación en el ámbito bucodental. Cumplimos todos los estándares máximos de seguridad exigidos por las autoridades sanitarias, Colegio de Odontólogos y la Sociedad Española de Anestesiología y Reanimación. En posteriores artículos profundizaremos más en sedación consciente, pero hasta entonces nos ponemos a tu disposición para cualquier tipo de consulta. No dudes en preguntarnos.

 

Si deseas más información sobre nuestro servicio de sedación consciente, pide cita sin compromiso en nuestra clínicaestaremos encantados de asesorarte.

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