Los niños son curiosos, necesitan moverse constantemente y eso les hace exponerse a pequeños golpes y caídas, casi siempre, sin trascendencia. Pero puede que, en lugar de un golpe, se haya dado un señor trastazo que le afecte a la cara y/o a los dientes. Ante todo, calma, ¡no te asustes!, porque contagiarás tu miedo al pequeño. Te explicamos qué hacer dependiendo del traumatismo dental o de las consecuencias del golpe en los dientes de leche.

Prevenir antes que curar

De lo primero que hay que ser conscientes es de que las raíces de los dientes temporales o de leche están íntimamente en contacto con los dientes permanentes sucesores que se están formando dentro del hueso, por eso hay que cuidar los primeros dientes tanto o más que los definitivos, ¡cualquier cosa que les ocurra a los primeros, afectará a los segundos! En el desarrollo de su movilidad, es prácticamente imposible que el pequeño no sufra pequeño golpes y caídas, pero evita traumatismos más graves descartando andadores, el uso de correpasillos, patines y patinetes sin supervisión, que en el parque juegue adecuadamente en los columpios, etc., etc…

Prevenir antes que curar siempre, siempre. Pero estaba corriendo detrás de unos amiguitos, ha tropezado y se ha caído… El riesgo de accidente siempre está ahí.

Mantén la calma si el peque sangra

Al producirse un golpe en la boca, es frecuente lastimarse los tejidos blandos –labios, encías, lengua…– y que éstos sangren. No te asustes, la sangre es muy aparatosa, pero no siempre es síntoma de un traumatismo grave. Limpia al niño con agua, hazle un poco de comprensión con un pañuelo limpio y espera unos minutos a que deje de llorar y se relaje. Pasados unos minutos y siempre con cuidado de no reabrir la herida, podrás valorar las consecuencias del golpe. Si hay un corte profundo en los tejidos blandos tendrás que llevarle a urgencias de Atención Primaria para que le den un punto de sutura –aunque ya te decimos que la mayoría de estos golpes no requieren puntos–. Si hay dolor, al peque le mandarán también paracetamol.

Pide cita al odontopediatra

Aunque en la mayoría de los casos, el golpe se reducirá a una concusión –dolor de distinta intensidad, pero sin movilidad dental– o una subluxación –dolor, sangrado de encías y pequeña movilidad–, es muy importante que el odontopediatra valore siempre el alcance del golpe. Mediante radiografía, podrá comprobar si hay o no daño del paquete vásculo-nervioso dentro de los dientes de leche y descartar así una posible infección futura, garantizando que las piezas temporales se mantengan sanas y evitando tratamientos costosos en el futuro. Por tanto, si el peque se da un golpe en los dientes de leche, hay que acudir al dentista en todos los casos.

Si el diente de leche se ha roto o fracturado 

Al pedir cita al odontopediatra, es importante que indiques si al peque se le ha roto o fracturado un diente de leche. La fractura puede ser de esmalte y dentina o más seria, afectando al “nervio”. La diferencia es fácil de apreciar porque si el paquete vásculo-nervioso ha sufrido daños, hay dolor y en la zona de rotura se puede apreciar un punto rojo e, incluso, un poco de sangre. De esto depende que la atención al niño sea más o menos urgente, de ahí la importancia de avisar al especialista.

Si consecuencia del golpe, se ha perdido un diente

Es lo que en odontología conocemos como avulsión y lo que más os asusta a los papás: la pérdida total de un diente de leche consecuencia de un golpe. ¡Calma! Sin tocar la zona afectada con los dedos, comprime la herida con una gasa durante unos minutos y, a continuación, llama al odontopediatra. El especialista te pedirá que le des una serie de indicaciones –mirar si el diente se ha perdido entero, descartando una grave rotura de corona; si aprecias algo inusual en los dientes adyacentes, etc., etc.–, te indicará un consejos de primeros auxilios –aplicar frío como antiinflamatorio– y atenderá a tu hijo con urgencia para tratar su boca inmediatamente.

Traumatismos “invisibles”: intrusión o extrusión

Sangrado por corte en tejidos blandos, fractura o rotura y pérdida total del diente de leche… Hasta ahora hemos analizado los traumatismos más visibles, pero ¿qué es lo que no se ve? Consecuencia del golpe puede producirse una mayor o menor intrusión, lo que se traduce en que uno o más dientes de leche se hayan “hundido” en el hueso o, todo lo contrario, una extrusión, que uno o más dientes de leche se hayan desplazado o “salido” de su alveolo. Cualquiera de estas dos situaciones puede alterar la masticación, constituye un foco de infección y afectará a los dientes permanentes, por lo que deben ser muy rápidamente diagnosticadas y tratadas.

Como veis, lejos de la creencia popular de que un golpe o traumatismo en los dientes de leche no es tan importante como en los dientes permanentes, supone una situación de urgencia odontopediátrica que debe ser tratada a la mayor brevedad posible. Cuanto más se retrase la atención, más riesgo de sufrir problemas posteriores. En caso de golpe en los dientes de leche, ponte rápidamente en contacto con tu especialista: te dará instrucciones de primeros auxilios de cómo actuar dependiendo del traumatismo y atenderá a tu peque con urgencia.

 

 

 

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